En este municipio del Magdalena Medio antioqueño, la Alcaldía dispuso un inmueble para la creación de un lugar de memoria a las víctimas del conflicto armado. Desde hace dos años la asociación de víctimas de esa población reclamaba este espacio.
Por: Daniela Jiménez González
Fotos: Nelly Badillo, Alcaldía de Yondó.
Cinco fotografías y dos poemas son, por ahora, los elementos que han sido instalados en la residencia de paredes blancas que hoy es la Casa de la Memoria de Yondó. En este municipio del Magdalena Medio antioqueño, cercano a Barrancabermeja, la Alcaldía dispuso una antigua edificación patrimonial para convertirla en un espacio de homenaje a las 6.570 víctimas que ha dejado el conflicto armado en esa población, según datos del Registro Único de Víctimas de la Unidad Nacional para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (Uariv) con corte al 1 de enero de 2020.
Uno de los poemas, titulado Quién podrá olvidarte, lo escribió Liborio Ortega Cantillo, representante de la Asociación Regional de Víctimas de la Violencia en el Magdalena Medio (Asorvim), quien durante el acto de entrega de la Casa de la Memoria, el 12 de septiembre de 2020, recitó algunos versos que aún recuerda de memoria: “Armas que esclavizan al alma inocente/ Voces que claman justicia/ Aunque te hayan borrado del tiempo/ Tú estarás presente/ Lucharemos contra estas tinieblas/ Y seremos como la luz del día”.
En entrevista con Hacemos Memoria, Ortega enfatizó en que la construcción de este lugar de memoria era un sueño que la Mesa de Víctimas venía persiguiendo desde hace dos años: tener su propio sitio en el municipio, un lugar para recordar lo que han vivido, pero también cómo han podido sobreponerse.
De las 6.570 víctimas registradas en Yondó, según los datos de la Uariv, más de 6.100 son víctimas de desplazamiento forzado. Acerca del contexto en el que se dio esta victimización, el informe Memoria de la Infamia. Desaparición Forzada en el Magdalena Medio, publicado en 2017, el Centro Nacional de Memoria Histórica destacó que este municipio antioqueño ha sido blanco de tensiones sociales y políticas debido a la presencia de la guerrilla; la vulnerabilidad de los jóvenes, que fueron víctimas de reclutamiento o desaparición; y la presencia consolidada en el territorio del denominado Frente Conquistadores de Yondó, perteneciente al Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia en Antioquia.
Acerca de las dinámicas de resistencia de la sociedad civil al conflicto armado en este municipio, el informe explicó que “la población ha estado en medio de la guerra y ha reivindicado sus derechos a través de juntas de acción comunal, de movimientos campesinos y de partidos políticos como parte del escenario cotidiano, sin embargo la arremetida paramilitar lesionó y en algunos casos desarticuló estas iniciativas y, en su lugar, impuso nuevas organizaciones al servicio de los intereses políticos y económicos de los paramilitares”.
Considerando esta afectación al tejido social, el proceso de construcción de la Casa de la Memoria estuvo rodeado de acciones de formación que implicaron la preparación de las víctimas para la recepción del inmueble, como explicó Ortega, quien detalló que la Unidad de Víctimas, el Centro Nacional de Memoria Histórica y la Defensoría del Pueblo realizaron una serie de talleres virtuales en los que, entre otros temas, “nos enseñaron que es una Casa de la Memoria, nos dieron cátedras de cómo están funcionando otros centros de este tipo en el país y, en el último taller, nos preguntaron cómo queríamos nosotros hacer de este espacio un sitio de conmemoración. Dijimos que queríamos un libro, que queríamos una exposición sonora. Mi sueño es dramatizar mi poema en imágenes”.
Sin embargo, anotó Ortega, el espacio aún no se siente como un lugar de memoria, sino que se siente incompleto, vacío, puesto que la Alcaldía de Yondó todavía no ha precisado cómo va a adecuarlo. A esta inquietud se suma Cristian Camilo Mesa, líder juvenil de Yondó, integrante del Consejo Municipal de Paz y de la Mesa de Víctimas por el sector juvenil, quien manifestó que este centro de memoria aún no es más que un salón que hace las veces de oficina para el Enlace de Víctimas y en el que es urgente una dotación con implementos para darle un sentido. Los jóvenes del municipio, dijo, no tienen conocimiento de cuáles fueron los sitios más afectados por la violencia, ni el alcance que el conflicto armado ha tenido en Yondó, por lo que considera necesario que este sitio se ponga en marcha pronto.
Será dotado el próximo año
Durante el acto de entrega de la Casa de la Memoria, Amparo Chicué Cristancho, directora territorial del Magdalena Medio de la Unidad para las Víctimas, recordó que esta iniciativa tuvo sus orígenes en acciones de memoria de la sociedad civil, como monumentos y murales que hicieron la mesa municipal de víctimas y organizaciones civiles y comunitarias, y afirmó que con la creación de este espacio, el municipio podrá articular una estrategia de memoria histórica.
En el mismo evento, Fabián Echavarría Rangel, alcalde de Yondó, declaró: “a través de la Resolución 293 de 2020 entregamos este inmueble que será un lugar para honrar a las personas que lideraron grandes acontecimientos y luchas sociales, políticas y culturales, y que por razones de la violencia perdieron sus vidas”.
Acerca del proceso de inversión y adecuación que hará la Alcaldía de Yondó en el Museo Casa de la Memoria, Nelly Badillo, Enlace Municipal de Víctimas, respondió que la casa es un triunfo de la gestión de la Mesa de Víctimas cuyos integrantes hablaron con el alcalde actual y con la administración pasada y crearon un comité para planear la adecuación. “Fue un trabajo persistente de las asociaciones y la comunidad”.
Frente a lo relacionado con la entrega del mobiliario, Badillo manifestó que el objetivo es garantizar la dotación completa del inmueble con la compra de silletería, computadores portátiles, proyectores, televisores para proyectar experiencias y testimonios, y tableros interactivos para presentar la reseña histórica del conflicto armado.
Badillo detalló que en la Casa Museo se invirtieron 60 millones de pesos en 2019, este año se destinaron 21 millones, dinero que fue utilizado en remodelaciones, pintura y mantenimiento general, y para 2021 hay un presupuesto por definir con el propósito de comprar implementos, pero aún no está claro de cuánto será este monto. “Es como cuando uno se muda a su casa nueva. Hay que comprarle muebles, agregarle cosas. Eso se hará el próximo año, cuando tengamos claro el presupuesto”, afirmó.
Mientras tanto, líderes como Cristian Camilo Mesa esperan que se agilicen este tipo de gestiones, para que el lugar no quede reducido, por demoras institucionales, a una oficina vacía solo destinada a reuniones y comités. “Si no se le pone la mano al lugar, del centro de memoria solo quedará el nombre. Lo están bautizando antes de nacer”, manifestó.