Un proyecto multimedia rescata los testimonios y visiones de los protectores del bosque seco tropical en Montes de María, que han trabajado contra todo tipo de adversidades, incluso las del conflicto armado.
Por: Adrián Atehortúa
Fotos: Baudó Agencia Pública
Entre todos los ecosistemas que corren peligro en Colombia, el caso del bosque seco tropical es uno de los más graves y también uno de los menos difundidos. De acuerdo con cálculos del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sinap), de los nueve millones de hectáreas que, aproximadamente, cubrían el territorio nacional, en la actualidad solo se conserva un ocho por ciento, es decir, apenas unas 720 mil hectáreas.
Algunas de las actividades que han amenazado al bosque seco tropical en Colombia hasta el borde de la extinción son la ganadería, la deforestación, la cacería, la erosión, la minería, la tala intensiva o el ecoturismo mal manejado. En otras cifras, estas prácticas tienen en peligro a dos mil 600 especies de plantas, 230 de aves y 60 de mamíferos.
En caso de que desaparezcan, por ejemplo, las poblaciones de especies polinizadoras que viven en este hábitat, en muy poco tiempo el equilibrio del medioambiente y, por supuesto, de toda forma de vida, se deterioraría significativamente.
De todo eso se enteraron hace un par de años Laura Sofía Mejía y Víctor Galeano, de Baudó Agencia Pública, colectivo radicado en Pereira que realiza proyectos periodísticos sobre realidades que no se incluyen en las coberturas de los medios tradicionales y se enfocan en temas como el medioambiente, el conflicto armado, la memoria histórica y la equidad de género.
Al mismo tiempo se enteraron de que, en Montes de María, una de las regiones en las que el bosque seco tropical aún domina, un grupo de campesinos que no tenían idea de la importancia de este ecosistema encontraron una nueva vocación en la vida dedicándose a protegerlo, incluso a pesar de lo difícil que pudo ser esa tarea en la época en la que el conflicto armado golpeó con más fuerza la región.
“Cuando ellos se enteraron o descubrieron todo sobre el lugar en el que vivían hace algunos años, por trabajos del Instituto Humboldt, empezaron a apropiarse del bosque seco tropical, vieron la necesidad de conservarlo, de restaurarlo y trabajan en función de eso… También fue una forma de sobrevivir o sobrellevar el conflicto”, explica Galeano.
El resultado es Todas las hojas son del viento, un proyecto transmedia en el que la audiencia puede explorar de varias formas, tanto el ecosistema y las riquezas del bosque seco tropical, como las vidas, percepciones y visiones de los guardianes del bosque. Todos son campesinos de la zona que han estado ahí desde siempre, específicamente en la vereda Brasilar, cerca de San Jacinto en el departamento de Bolívar.
El proyecto de Baudó Agencia Pública es apoyado por Four Foundation y Fujifilm, quienes pusieron recursos para el proceso de investigación en el que trabajaron con 12 familias. El desarrollo de la iniciativa les tomó cerca de un año, que incluyó talleres en los que los campesinos aprendieron técnicas de fotografía para que pudieran contaran con imágenes sus propias experiencias y visiones.
Todo eso se refleja en piezas digitales e impresas: textos, videos y fotografías, hechas con la autenticidad de quien conoce el tema porque lo vive. Para darle su forma final, al proyecto también se unió Santiago Escobar Jaramillo, quien editó el libro de fotografías y postales.
“La idea es que no fuera una visión solo de nosotros como periodistas. Que no fuera unilateral. Sentimos que era importante que la información fuera construida también por las personas de la región, que son los directamente implicados. Fue complejo encontrar cómo el proyecto podía responder a ellos, a cómo se ven, a cómo se sienten, como se proyectan; que respondiera a un aumento de su autoestima, que ellos sepan que lo que hacen es importante para todo el mundo, literalmente… y que la gente lo entienda también y lo aprecie”, concluye Galeano.
La totalidad de los contenidos se encuentran disponibles en la página baudoap.com/thsv/. El libro de fotos puede adquirirse gratuitamente en los espacios de socialización del proyecto que está recorriendo varias ciudades de Colombia y cuya programación se anuncian en sus redes sociales.
Como queda claro en su investigación, de no tomarse acciones urgentes, seguramente, el ocho por ciento de bosque seco tropical que queda en Colombia seguirá reduciéndose. Resaltar la labor de las primeras agrupaciones campesinas que se dedican a conservarlo, como lo hace este proyecto, es una forma de proteger su vida.
Como en todos los lugares del planeta, en el bosque seco tropical de Montes de María todas las hojas son del viento. Sus guardianes trabajan para que lejos esté el día en que las mueva solo en su muerte.