Una mezcla de sentimientos entre el miedo y la esperanza viven quienes representan al partido FARC en las elecciones regionales de este 27 de octubre, las primeras en las que participan.

Por: Adrián Atehortúa
Fotos: archivo partido FARC

La agitada campaña a las elecciones por alcaldías, gobernaciones, asambleas departamentales y concejos municipales de este 27 de octubre ya dio como resultado una de las temporadas electorales más violentas de la década, con 265 acciones registradas, de las cuales 92 corresponden a muertes. En ese contexto, el partido FARC se lanza por primera vez a una contienda de este tipo y ya ha puesto una cuota considerable en esas cifras. Quisimos conocer la experiencia de quienes han apostado en democracia por representar al partido en diferentes regiones del país. Estas son las opiniones de algunos de ellos.

Rosmery Torres Candidata a la alcaldía de Cartagena por el partido Farc.

Foto: archivo particular

Rosmery Torres
Candidata a la alcaldía de Cartagena
Oriunda de Cartagena, economista con especialización en derecho penal y administrativo, presidenta de la Liga de Ajedrez de Bolívar y docente universitaria. Su hija trabajó como asesora del Ministerio del Interior en La Habana y en una visita a Cuba conoció a Jesús Santrich. Comenzó así su simpatía por los ideales de la agrupación y tiempo después su militancia luego de la creación del partido, siendo una fiel creyente de los Acuerdos de Paz. Después de la salida de Santrich de la cárcel manifestó su intención de ser candidata a la alcaldía de la ciudad con el partido FARC y tras un largo proceso de evaluación finalmente Pablo Catatumbo firmó su aval.

“No ha sido una campaña fácil. Lo que más me ha emocionado es encontrarme con que son muchas las personas que comparten la misma sensación de desigualdad que hay en el país y que ven en los acuerdos y en el partido una esperanza. El incumplimiento, en general, del Estado para velar por las garantías de protección de los líderes políticos es una de las cosas más difíciles, la Unidad Nacional de Protección (UNP) me negó el esquema de seguridad, por ejemplo. Por eso es que siempre me tengo que estar escondiendo, y visitar las comunidades, ir a los barrios, me queda muy difícil. Solo tengo un escolta que lo puso el partido FARC, pero ellos no pudieron brindarme apoyo económico, solo apoyo moral. Siempre llego a las comunidades con sigilo y siento temor por mí, por mi familia y mis amistades. También ha sido muy decepcionante encontrarme que en realidad no existe una competencia en las elecciones, porque desde antes de las inscripciones ya se sabe cuál es el partido político que obtendrá la alcaldía, partidos que tienen candidatos condenados. El Consejo Nacional Electoral (CNE) no tiene en cuenta que las personas que venden el voto son las se están muriendo de hambre y el día de las votaciones se convierte en una esperanza de comer bien, al menos un día. Todo eso ha hecho que mi campaña la haga en las calles que puedo, en las que siento más seguridad, subiéndome a los buses a hablarle a la gente de mis propuestas”.

Foto: archivo particular

Juan David Sepúlveda
Candidato a la alcaldía de Toledo, Antioquia
Oriundo del pueblo, llegó al partido porque a última hora le negaron el aval en los partidos Liberal y el AICO, con los que ya había hecho acercamientos. Algunos conocidos de la Asociación Campesina de Toledo, que ha sido apoyada por el partido FARC desde 2016, lo llamaron y le propusieron que se postulara con ellos. En septiembre, el candidato Hernando Orley García, por el Centro Democrático, con el que había un fuerte acercamiento, fue asesinado y la tensión se apoderó del pueblo para las elecciones.

“Lo mejor de esta campaña ha sido aportar un grano de arena a los acuerdos de paz, porque yo soy un creyente de los acuerdos de que se pueden implementar. Más que orgullo por ser el único candidato por el partido en Antioquia, es más por hacer una apuesta por el desarrollo, a ver si sacamos nuestros territorios adelantes. Ha sido una apuesta difícil porque la gente aún no tiene buena aceptación del partido por el estigma con el que nace y por las campañas negras que le hacen. Hacerle entender a la gente que el partido no es guerrilla es muy difícil. No ha habido amenazas, pero sí intimidaciones.

Yo no soy excombatiente, en el municipio me conocen, saben de mi trabajo hace más de diez años, y aun así no falta el que sale diciéndote ‘guerrillero’, gente muy fanática. Estoy relativamente tranquilo y lo que me relaja es que soy una persona muy del común de Toledo. Tras el asesinato de Orley todo se alborotó acá en Toledo y el panorama no es muy claro, no sé quién podría ganar. Creo que no nos va a ir mal”.

Ronald Patiño
Candidato a la alcaldía de Fundación, Magdalena
Vive hace veinte años en el municipio. Quiso lanzarse por primera vez a la alcaldía, pero no encontró apoyo en los partidos tradicionales que le exigían en promedio un aporte de 170 millones de pesos para poder darle el aval. Se comunicó con la sede del partido FARC en Santa Marta, expuso su caso y aceptaron su candidatura oficialmente el 27 de julio de 2019.

“En la experiencia me he encontrado con una acogida por parte del pueblo que, sinceramente, no me esperaba. Mucha gente se ha interesado y ha estado dispuesta a escucharme. Por otro lado, las dificultades han sido, al mismo tiempo, llevar el nombre del partido. Fundación es un pueblo en el que en 2005 se desmovilizaron cerca de 15 mil miembros del paramilitarismo y eso también hace difícil que la campaña sea aceptada, muchas personas son reacias al nombre del partido y se alejan o se espantan con solo mencionarlo. Eso, de todos modos, no es nada con la competencia desleal que ha habido por parte de otros candidatos o de líderes de otros partidos que en sus campañas dicen públicamente que no voten por el partido de las FARC o por los partidos de izquierda. Representantes como Carlos Caicedo, Fabián Valencia o Libardo García, ellos promueven esos mensajes entre la población, dicen que si gobernamos sería lo peor que puede pasar y cosas por el estilo. Eso ha hecho que, por ejemplo, los integrantes del esquema de seguridad que la UNP me ha brindado, a veces no quieran acompañarme a algunos barrios porque temen que haya hostigamientos. Te digo, sinceramente, que desde hace una semana yo tengo un temor muy psicológico de que algo pueda pasarme, de que vayan a asesinarme. Yo tengo mucha fe y sé que este domingo tengo altas posibilidades de llegar a la alcaldía, pero independiente de lo que pasé ese día, me da temor quedar marcado con el partido. Acá la gente piensa que ser del partido FARC es ser guerrillero ¡y yo nunca fui combatiente! Entonces sí temo que algo pueda pasarme”.

Foto: archivo particular

Edwin Henao
Candidato a la alcaldía de Coyaima, Tolima
Miembro del pueblo Pijao, antropólogo de la Universidad Nacional con especialización en Derechos Humanos. Desde 2013 es secretario general Asociación de Cabildos Indígenas del Tolima ASIT y estuvo en La Habana como parte de la construcción del capítulo de los pueblos étnicos de los Acuerdos de Paz. Tras las elecciones presidenciales de 2018, en la alianza Coyaima Digna, conformada por Colombia Humana, la UP, el Partido Comunista y el Partido FARC, además de la Asamblea de Gobernadores Indígenas le pidieron que asumiera la responsabilidad de ser su candidato en el municipio.

“Lo mejor ha sido el intento de implementar el acuerdo de paz, pero por nosotros mismos, y no esperar a que el gobierno lo haga. Y que la gente haya ido entendiendo que eso es lo mejor para el territorio. Por ejemplo, que entre nosotros hayamos logrado firmar un pacto político (que es algo que plantean los acuerdos) para que no haya agresiones entre nosotros, es algo que nos ha beneficiado a todos. Desde que empezamos campaña comenzaron a llegar pasquines, panfletos intimidándonos y a la gente del pueblo, y después del pacto no volvieron a circular. Incluso, como una gran ganancia, recorriendo todo el territorio nos hemos encontrado con personas de todos los partidos que nos paran y nos agradecen por haber fomentado ese pacto.

Lo más difícil es el imaginario de la gente, porque la gente piensa que estamos pichos en plata y en realidad el CNE ni siquiera nos hizo avance para hacer campaña… y nosotros haciendo rifas, bazares y bingos para sostenernos. La estigmatización de FARC ha cerrado muchas puertas que ha sido muy difícil abrir y también está el temor que hay en general, ver que, en todas partes, por más firmes que estén todos, hay un temor entre las personas a que nos vaya a pasar algo por ser del partido o apoyarlo. Otra cosa difícil ha sido que mientras los otros candidatos andan en campaña, nosotros tenemos que ver cómo nos sostenemos, cómo nos protegemos y además hacer campaña. Hay algo un poco chistoso sobre la expectativa que tenemos para este domingo: mucha gente me dice que quiere que yo sea el alcalde, pero que ya están comprometidos con otros candidatos. Yo sé que este domingo nos depara una gran sorpresa, que ya desde que aparezcamos en el tarjetón es un gran logro. De esa manera nosotros igual estamos tranquilos y felices, a pesar de las maquinarias que tienen los otros candidatos. Nosotros estamos tranquilos y felices porque hicimos muy bien la tarea. Seguro para todos va a ser una sorpresa”.

Foto: archivo particular

Sofía Nariño
Candidata al Concejo de Bogotá
Creció en La Calera e ingresó a las filas de las FARC cuando tenía 17 años. Así pasó a ser parte del Frente Antonio Nariño de la guerrilla. Se acogió a los Acuerdos de Paz en 2016 y desde entonces dejó las armas.

“Al principio tenía temor que la gente no nos aceptara, pero ha habido muy buena recepción. Obviamente nos gritan que terroristas, que violadores, pero cuando uno le pide tiempo a la gente para charlar y les explicamos nuestra lucha, hemos terminado hasta en abrazos, oraciones por nosotros. No sé si eso se vaya a manifestar en votos en estas elecciones, pero al menos ese ejercicio político con la gente es ganancia. En los debates con otros candidatos también ha sido muy difícil. Creo que puede ser un caso en particular de Bogotá, pero los candidatos acá se respaldan en sus títulos: yo apenas he hecho dos semestres en licenciatura en Ciencias Políticas y me toca debatir con gente que tiene doctorados. Y no sé si sea porque llevan años ejerciendo el poder, pero todo el discurso lo tienen grabado: se lo saben de memoria. Obviamente como acá hay tanto en juego, porque Bogotá es una plaza muy codiciada porque manejan mucha plata, entonces hacen todo para obtenerlo: las candidaturas en Bogotá se mueven con demasiada plata, demasiada maquinaria. Y a nosotros nos toca autofinanciarnos, buscando el apoyo de los aportes de la gente que cree en nosotros, y encima el CNE no brinda recursos a partidos nacientes, lo cual me parece muy cruel, un total contrasentido. Encima de eso tenemos que enfrentarnos a la violencia política, que acá en Bogotá es sobre todo un tema de persecuciones. Siento que la derecha tiene un temor horrible de perder el poder y creo que está buscando quedarse con el poder como sea y por eso siento que las elecciones se las van a robar y tienen toda la maquinaria para hacerlo: sobornando, haciendo chanchullos en la Registraduría, robándose los tarjetones. Por más que en estos momentos estemos recibiendo una buena acogida de la gente, esto se gana es con números. Creo que esto es un buen paso para darnos cuenta de cómo implementar cada vez mejores estrategias y prepararnos para unas siguientes elecciones”.

Foto: archivo particular

Luz Edith Chilo
Candidata a la alcaldía de Caldono, Cauca

Perteneciente al resguardo indígena Pioyá, fue gobernadora indígena nasa de Caldono, municipio que, después de Toribío, registra el mayor número de incursiones de la guerrilla de las FARC según el Centro Nacional de Memoria Histórica. Su historia con la agrupación es larga y agridulce: en 1997 las FARC asesinaron a dos de sus hermanos y solo hasta 2016 se encontró frente a frente con los guerrilleros cuando estaban dispuestos a firmar los Acuerdos de Paz. Antes que irse en su contra, Luz Edith Chilo perdonó y comenzó a trabajar con el partido que estaba por nacer.

“Ha sido una experiencia bonita, de todo el trabajo que he hecho con las comunidades en mi carrera de lo político organizativo, en este verdaderamente he podido llegar hasta el último rincón, conocer a fondo… Sin embargo, en este ejercicio he tenido que lidiar con algunas dificultades constantes, como las contradicciones de algunas autoridades, la oposición, pero especialmente con la discriminación y la estigmatización que hay no solo sobre el partido, también sobre las mujeres. Las mujeres debemos ir ocupando esos espacios políticos, porque a raíz de eso uno se forma políticamente para poder exigir los derechos que nos corresponden. Uno de los trabajos que siempre he encaminado es ese: la representación del género, de las mujeres… Para las mujeres no es fácil hacer política.

Tengo mucha fe, mucha esperanza de que este domingo yo pueda llegar a la alcaldía y hacer un buen trabajo con las comunidades, trabajar de acuerdo con las verdaderas necesidades del municipio. Creo que me van a acompañar”.