Así será el trabajo de la Comisión de la Verdad en Antioquia

Desde enero del próximo año Antioquia contará con dos sedes de la Comisión de la Verdad, una en Medellín y otra en Apartadó. Problemas de orden público en el Bajo Cauca antioqueño impidieron que se abriera una tercera en el municipio de Caucasia.

Por: Esteban Tavera
Foto: cortesía Comisión de la Verdad

Desde el momento en que el Gobierno y las Farc-Ep acordaron la creación de una Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, las voces de los expertos y las víctimas señalaron que un trabajo de ese talante debía hacerse desde los territorios más vulnerados por el conflicto. Por esa razón, una de las primeras acciones de esa entidad será instalarse a lo largo y ancho del territorio nacional.

Para lograrlo, la Comisión contará con 26 oficinas locales llamadas Casas de la Verdad. Para Antioquia proyectaron tres, en Medellín, Apartadó y Caucasia; pero solo se abrirán las dos primeras, pues en este momento no hay garantías suficientes para abrir una en el Bajo Cauca.

Y es que durante el 2018, según las cifras de la Fundación Paz y Reconciliación, en el Bajo Cauca y el Norte antioqueño se han cometido 599 homicidios. De estos, 125 se produjeron en el municipio de Caucasia. Además, en toda la subregión aumentaron los casos de secuestro y desaparición forzada. Estas condiciones obligaron a replantear la presencia de la Comisión en esa subregión.

Alejandro Valencia Villa, comisionado que estará al frente del trabajo en Antioquia, explicó que en el Bajo Cauca contarán con un equipo móvil que se adaptará a los contextos de violencia para escuchar los testimonios de quienes habitan esa subregión del departamento. “Vamos a tener equipos móviles que visitarán las zonas respectivas y evaluarán si allí pueden tomar los testimonios necesarios o si deben sacar al personal de la región. Eso mismo nos pasó en el Catatumbo y estamos evaluando si podremos abrir una casa en Tumaco”.

Las Casas de la Verdad serán los espacios en los que la Comisión escuchará de manera individual a víctimas, testigos, académicos, representantes de la sociedad civil, victimarios y terceros responsables. Además, en estos lugares se realizarán los Encuentros de Verdad, que reunirán en un mismo espacio a personas involucradas en el conflicto armado.

Valencia Villa señaló que las Casas de la Verdad serán espacios abiertos para que puedan concurrir todas las personas que tengan algo que contar sobre el conflicto en Colombia: “Este trabajo tiene sentido hacerlo es en los territorios y desde los territorios. Es decir, el conflicto armado afectó a todo el país y por eso tenemos que estar en muchos lugares para llegarle de mejor manera a la gente y para facilitarle la recepción de los informes y de los testimonios que se van a recibir desde diferentes puntos geográficos del país”.

La Casa de la Verdad de Medellín será coordinada por Rubén Darío Jaramillo Cardona, mientras que la de Urabá estará a cargo de Olga Lucía Loaiza. Foto: archivo.

La Comisión en los territorios

Para facilitar su trabajo, la Comisión de la Verdad dividió el territorio nacional en nueve macroregiones. El departamento de Antioquia conforma una de esas macroregiones junto con los departamentos del Eje Cafetero, el sur de Córdoba y el norte del Valle. Dirigiendo el equipo de esta macroregión estará el sociólogo Max Yuri Gil, quien contará con un equipo de 35 personas para desarrollar los objetivos de la Comisión en estos lugares.

“Antioquia tiene dos características: es la más victimizada pero también es la más estudiada, por eso tiene mucho que aportar a la comprensión de lo que ha pasado, porque es una sociedad en la que hubo niveles grandes de victimización, todos los grupos armado tuvieron presencia, todas las prácticas de ilegalidad se han dado aquí. Pero también en un lugar de muchas resistencias. Yo creo que Antioquia es una muestra significativa de lo que ha sido la guerra en este país”, afirmó Gil. También, explicó que gran parte de sus búsquedas estarán orientadas por algunas hipótesis que arrojaron estudios previos. “Yo creo que habrá que pensar en la tierra, en el poder político y en la cultura tradicional antioqueña. Habrá que ver cuáles son las figuras de admiración, estudiar el tema del dinero y del enriquecimiento fácil. Yo creo que tendremos que usar una hipótesis de trabajo que se pregunte por la relación entre esas formas de la cultura antioqueña y esas élites emergentes, con el conflicto armado en la región”.

A media marcha

El arranque de la Comisión ha resultado complejo no solo por los problemas relacionados con el conflicto armado que sigue activo, sino también por dificultades de tipo presupuestal y políticas, todas relacionadas con el cambio de Gobierno. En lo presupuestal, aunque la Comisión tiene garantizado el dinero para su funcionamiento, este no corresponde con las expectativas que se tenían.

Según Alejandro Valencia Villa, los comisionados solicitaron una planta de 400 personas, pero es probable que este número sea muy inferior. Esto aumenta los niveles de presión, pues su obligación es elaborar un informe que explique sesenta años de conflicto y para eso solo cuentan con tres años.

Un plan para contrarrestar esta dificultad es propiciar el mayor número de alianzas posibles con organizaciones de la sociedad civil que tengan experiencia en los territorios que serán estudiados. Una de esas organizaciones es la Corporación Conciudadanía, que en Antioquia es dirigida por Fernando Valencia Rivera. Según Valencia Rivera, el contexto adverso que se presenta en contra de la Comisión de la Verdad, demanda de las organizaciones sociales un compromiso firme para protegerla. “La sociedad ya ha venido rodeando a la Comisión y esto ha dado sus frutos. Así fue cuando desde el Congreso querían limitar el acceso a documentos públicos por parte de los Comisionados y tuvieron que echar eso para atrás. Ahora, es un momento en el que todos nos debemos poner la camiseta de la Comisión. No debemos esperar a que vengan a nuestras organizaciones a ofrecernos cosas, sino que somos nosotros los que debemos trabajar para ellos. Debemos poner nuestros trabajos de memoria o de esclarecimiento de la verdad al servicio de la Comisión”, concluyó.