Pedro Luis Valencia, médico y profesor de la Universidad de Antioquia, reconocido defensor de derechos humanos y senador de la república por el partido Unión Patriótica, fue asesinado en su residencia el 14 de agosto de 1987, un día después de asistir a la Marcha de Los Claveles, manifestación en defensa de la vida liderada por Carlos Gaviria Díaz, Leonardo Betancur Taborda y Héctor Abad Gómez.

Por: María Isabel Ortiz Fonnegra

El 20 de noviembre de 1939, en una casa familiar en el centro de Medellín, nació Pedro Luis Valencia, el quinto hijo de una familia de siete. Por él, Darío Valencia, su hermano un año y medio mayor, se metió en varias peleas cuando estaban en el colegio, pues desde pequeño Pedro Luis “nunca medía con quién se iba a meter”, según lo cuenta su hermano.

En la familia, tres de siete hijos terminaron siendo comunistas. A Pedro Luis, fueron sus hermanos Darío y Gilma los que comenzaron a hablarle del Partido, pero fue solo después de volver del año rural como estudiante de Medicina que a Pedro Luis le caló la idea. Entró al Partido Comunista y, más tarde, a la política, llegando a ser Senador de la República por el partido Unión Patriótica.

Como profesional, trabajó en el Servicio Seccional de Salud de Antioquia, hoy Metrosalud; pero allí no duró mucho. Fue despedido por diferencias políticas con sus jefes, según cuenta Álvaro Olaya, profesor pensionado de la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, amigo y excolega de Pedro Luis.

Ante esa situación, su hermano Darío le sugirió poner un consultorio privado para que pudiera ganar dinero, sostener a su familia y pagar deudas. Pero Pedro Luis le contestó: “Yo no soy capaz de eso. Me sentiría como un tendero vendiendo yucas y papas si vendiera medicina”.

Más tarde, en 1971, Pedro Luis entró como profesor a la Universidad de Antioquia. En la Facultad de Medicina, fue muy querido. Álvaro Olaya recuerda que tenía un gran sentido del humor y facilidad para relacionarse con personas muy diversas, sin importar sus diferencias políticas.

En la Universidad, hizo parte de la Asociación de Profesores. Pedro Luis defendía públicamente sus ideas; por esa razón, nunca estuvo de acuerdo con tener que salir del país por amenazas por pensar diferente: “¡No!, tenemos derecho a hacer política, tenemos derecho a pensar”, recuerda Haydé Marín, amiga y excolega de Pedro Luis en el Partido Comunista.

Sin embargo, a finales de los años ochenta, la Universidad pública vivió una época cruda, recuerda Álvaro Olaya. Las amenazas se convirtieron en agresiones directas a representantes de partidos como la UP, creado en 1985, producto de los acercamientos de paz entre el gobierno del presidente Belisario Betancur y las Farc. Gran cantidad de los miembros de la UP eran del Partido Comunista, y varios, como Pedro Luis, hacían parte del ambiente académico universitario.

El grupo de amigos de Pedro Luis se redujo rápidamente. Eran unos siete profesores muy amigos, cercanos en edad y postura política: Emiro Trujillo, a quien asesinaron; Alberto Vasco, quien debió exiliarse en Barcelona hasta el día de su muerte; Leonardo Lindarte, también asesinado; Saúl Franco, exiliado en Brasil; y Leonardo Betancur Taborda y Héctor Abad Gómez, asesinados el mismo día.

Pedro Luis Valencia Giraldo fue asesinado en su residencia, en el barrio La América, en Medellín, antes de las seis de la mañana. Varios hombres tocaron el timbre y Beatriz Zuluaga, viuda de Pedro Luis, fue a mirar quiénes eran. Dijeron que tenían una orden de allanamiento para buscar armas. Ella supo que no querían armas, sino a su esposo; pero ya era tarde: una camioneta tipo jeep chocó contra la puerta de su garaje y hombres armados entraron a la casa. Pedro Luis se había levantado debido al ruido; desde la ventana, un hombre lo derribó de un disparo; luego, otro que se había bajado del jeep le descargó 45 balas de una ametralladora.

La noche anterior a su asesinato, Pedro Luis le dijo a su esposa: “Yo tenía mucho miedo de que me asesinaran, pero ya no tengo miedo. Yo sé que me van a asesinar, pero ya no tengo miedo”. Esa tarde habían estado en una marcha por la defensa de la vida. La Marcha de los Claveles, como se le conoció, estuvo encabezada por Carlos Gaviria Díaz, Leonardo Betancur Taborda, Héctor Abad Gómez y Pedro Luis Valencia.