Mañana se presentará en Medellín el documental “Operación Cirirí. Persistente, insistente e incómoda”. Esta pieza audiovisual narra la vida de Fabiola Lalinde, madre de Luis Fernando Lalinde, desaparecido en 1984 por el Ejército Nacional. El largometraje fue realizado como cumplimiento a una sentencia del Consejo de Estado, en la que se ordenó la creación de una semblanza que reivindicara la memoria de Luis Fernando.

El documental Operación Cirirí. Persistente, insistente e incómoda retrata a Fabiola Lalinde y a su hijo Luis Fernando Lalinde Lalinde, quien se convirtió en una de las primeras víctimas de desaparición forzada reconocidas en Colombia. Durante todo el largometraje, Fabiola cuenta los detalles de su lucha sin descanso para hallar la verdad del paradero de su hijo y exigir justicia.

Esa lucha, que llamó Operación Cirirí, comenzó el 2 de octubre de 1984. Ese día Luis Fernando, que era estudiante de derecho, salió de su casa, ubicada en el barrio Laureles. “Me dejó razón de que si no llegaba al otro día, lo buscáramos”, cuenta Fabiola. Su destino era el municipio de Jardín, Antioquia, donde intentaría socorrer a un combatiente del Epl que resultó herido en un combate. Los hechos ocurrieron en medio de la negociación que sostenían grupos guerrilleros con el gobierno de Belisario Betancur, el cese al fuego bilateral que habían pactado se rompió y se presentaron varios enfrentamientos.

A los dos días de la desaparición de Luis Fernando, Fabiola emprendió la búsqueda en compañía de sus otros tres hijos: Adriana, Mauricio y Jorge Iván. Encontraron aliados en las organizaciones de Derechos Humanos y en las organizaciones no gubernamentales. Héctor Abad Gómez, quien era el presidente del Comité de Derechos Humanos, fue una de las personas que los orientó en la búsqueda, difundió en los medios de comunicación los hechos y en junio de 1985 denunció el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La versión del Ejército aseguraba que en los días que desapareció Luis Fernando se presentaron varios enfrentamientos con la guerrilla del Epl en el municipio Jardín. Afirmaron que en los hechos murieron varios integrantes de ese grupo armado y que, probablemente, Luis Fernando estaba enterrado en una fosa común. Le habían disparado por un intento de fuga. Su cuerpo fue catalogado como NN, bajo el alias de “Jacinto”.

Por la presión que ejercieron la OEA y las organizaciones no gubernamentales, Fabiola logró que el juez de la Octava Brigada del Ejército, que llevaba el caso penal por la desaparición, realizara la exhumación del cuerpo de alias Jacinto en abril de 1992. Encontraron la camisa que vestía Luis Fernando y algunos de sus huesos, pero con estos no era posible realizar la identificación. En mayo de ese mismo año, en una segunda exhumación, encontraron el cráneo y 69 huesos más. Pero sus restos solo fueron entregados cuatro años después, en noviembre de 1996, año en que fue completamente identificado.

El reconocimiento del cuerpo y la realización de la autopsia, permitió esclarecer que Luis Fernando, antes de ser asesinado, fue torturado. Argumento que desmiente la versión del Ejército y que permite esclarecer la verdad. Por este hecho, en septiembre de 1988, la CIDH emitió la Resolución N° 24/87, en la cual declaró como responsable al Estado colombiano.

Al mismo tiempo, a través de la Comisión Colombiana de Juristas, presentó ante la CIDH una demanda al Estado colombiano por no garantizar un proceso penal que permitiera investigar y sancionar a los responsables de la detención y posterior ejecución extrajudicial de Luis Fernando Lalinde.

En el año 2000, el Juzgado Administrativo de Antioquia emitió una sentencia para la reparación moral de la familia Lalinde Lalinde.

En 2001, Fabiola le exigió al Estado colombiano una reparación directa. Interpuso, entonces, una demanda en el Consejo de Estado. “Yo no demandé pensando en la reparación material, lo que quería era ponerlos a escribir el nombre de Luis Fernando Lalinde, pues a él lo enterraron como un NN, lo llamaron alias Jacinto”, asegura Fabiola.

Este proceso concluyó en julio de 2013, cuando la CIDH aceptó la admisibilidad del proceso. Fabiola considera que gracias a este pronunciamiento el Consejo de Estado emitió el fallo de reparación directa en octubre del mismo año.

La sentencia del Consejo de Estado le ordenó al Ejército indemnizar a Fabiola y construir un monumento a la memoria de Luis Fernando Lalinde en la vereda El Verdún de Jardín, Antioquia; le exigió a la Fiscalía y a la Procuraduría reabrir las investigaciones penales y disciplinarios; y le pidió al Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) la realización de una “semblanza de Luis Fernando Lalinde, reivindicando su buen nombre y dejando para la memoria de la sociedad los testimonios de lo que fue su proyecto de vida, truncado prematuramente por acciones inadmisibles en un Estado democrático de derecho”.

En cumplimiento de esta sentencia, el CNMH, con la producción de VirtualTv, presenta el documental Operación Cirirí. Persistente, insistente e incómoda, una pieza audiovisual que reúne testimonios que ayudan a reconstruir la historia de vida de Luis Fernando, los hechos detallados de su desaparición y muerte, así como los aportes de Fabiola Lalinde al trabajo por la defensa de los derechos humanos en Colombia.

El largometraje será presentado este 6 de diciembre a las 6 de la tarde, en El Teatrico, en Medellín (ubicado en la Transversal 39B No. Circular 2 – 46 Av. Nutibara).