Juan Camilo Castañeda Arboleda, periodista de Hacemos Memoria, publica el libro Nuestro otro infierno, en el que a través de crónicas describe la guerra que entre 2009 y 2011 libraron las bandas al servicio del crimen organizado en el barrio Manrique de Medellín.

Por Juan Camilo Castañeda Arboleda
Ilustraciones: Catalina Vásquez

Nuestro otro infierno ganó en 2015 el estímulo Beca a la Creación de Libro de Periodismo Narrativo de la Alcaldía de Medellín, y en pocos días aparecerá en el mercado con el sello del Fondo Editorial de la Universidad Eafit. Su autor, Juan Camilo Castañeda Arboleda, es periodista egresado de la Universidad de Antioquia. Ha publicado artículos en El Espectador y De la Urbe; y ha colaborado en la revista digital Altaïr Magazine.

Encontré en las experiencias de mis vecinos de Manrique Santa Inés, barrio del nororiente de Medellín, historias que debían ser contadas, relatos orales sobre momentos de intensa violencia en el barrio, que suelen perderse en el olvido, y describen la fuerte confrontación entre grupos armados ocurrida entre febrero de 2009 y abril de 2011.
La historia de Santa Inés, como constante escenario de acciones violentas, empezó hace treinta años. Desde entonces, tres oleadas de este tipo han perturbado la vida de sus habitantes. La primera ocurrió en los últimos años de la década del ochenta y los primeros del noventa. La segunda sucedió a finales del noventa. Y la última y de mayor intensidad constituye el tema de los relatos de este libro.

El lector encontrará en Nuestro otro infierno cuatro crónicas sobre los diferentes actores armados y no armados de la guerra en Santa Inés: las víctimas, los victimarios y los habitantes que no se consideraron implicados en el conflicto local. Cada una de las narraciones establecen hipótesis relacionadas con las causas de la guerra, la participación de los jóvenes en los combos y bandas, el papel del Estado en la confrontación y el funcionamiento de un orden social ilegal.

Pedro Marulanda y Mercedes Rodríguez, esposos desde hace cuarenta años, son los personajes centrales del primer capítulo. Ellos presenciaron las transformaciones de Santa Inés, un sector que en sus inicios fue considerado ilegal, lo que generó distanciamientos con el Estado. Su historia permite una mirada a los conflictos generados por la urbanización no planificada en Medellín durante la década de 1960, cuando el desplazamiento del campo a la ciudad hizo evidente lo que los investigadores sociales han llamado conflicto urbano.

La segunda crónica relata la historia de un joven de 16 años integrante del combo El Desierto. Describe las condiciones sociales y económicas que inciden en la decisión que toma un muchacho de barrio popular al ingresar a un grupo armado.

Jaime Arboleda, por su parte, es el personaje central de la tercera crónica. En julio de 2010, él y siete personas fueron atacadas en una tienda de Santa Inés por integrantes de uno de los combos. El relato ofrece un contraste entre la realidad de los habitantes de Santa Inés y la propuesta gubernamental de convertir la ciudad en un centro de innovación y eventos internacionales.

En el último capítulo aparecen Jhonatan Zapata y Estiven Ocampo, jóvenes que de diferentes maneras fueron afectados por la guerra vivida en Santa Inés. En esta crónica es posible advertir cómo la violencia empieza a ser normal, es decir, a ser parte de la cotidianidad.

Los habitantes del sector suelen referirse a esos momentos turbulentos como guerras. No tienen otra palabra para nombrar esas confrontaciones hostiles y desbordadas que han vivido.

En el año 2009 la sensación de guerra empezó a ser clara para los habitantes de Santa Inés debido a la confrontación de los grupos armados que parecía no tener fin. Ellos quedaron encerrados en su propio barrio, pues temían ser asesinados en un cruce de calles.

Nuestro otro infierno, mi primer libro, no solo busca dar a conocer las situaciones violentas que ocurren en un barrio de Medellín y pueden ser consideradas bélicas, sino también relacionar los hechos de Santa Inés con la coyuntura social de la ciudad.

Los invito a leer la primera crónica de Nuestro otro infierno (Fondo Editorial Universidad Eafit, 2016).

Del viejo Santa Inés solo queda la penumbra

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