El 24 de junio de 1999 se realizó la primera reunión de la Mesa Permanente para la Defensa de la Universidad de Antioquia, un espacio de trabajo en el que participaron representantes de todos los estamentos de la Universidad, creado con el objetivo de fomentar el diálogo, analizar los problemas y afrontar la crisis que atravesaba la institución durante el primer semestre de ese año.
El origen de esta Mesa se remonta a la reunión extraordinaria del Consejo Académico, que tuvo lugar el 16 de junio de 1999, convocada ante la coyuntura que enfrentaba la Alma Máter. Para ese momento, la Universidad vivía una de las mayores arremetidas violentas de su historia reciente. Un año atrás, en 1998, fue asesinado el abogado y defensor de los derechos humanos Jesús María Valle, quien era egresado de la Facultad de Derecho y tenía vínculos cercanos con la comunidad universitaria. El 4 de mayo de 1999 fue asesinado en su oficina, dentro del campus, el director del Instituto de Estudios Regionales (Iner), Hernán Henao Delgado. Además, sobre los distintos estamentos pesaban amenazas y tensiones debido a la presencia en la Universidad de los actores del conflicto armado.
De hecho, el acta del Consejo Académico 0143-99 del 16 de junio de 1999 refiere: “Se citó a esta reunión extraordinaria porque la situación es de franca gravedad; se pensaba que con el levantamiento de la asamblea permanente se mitigaba un poco la situación irregular que se presentó con las semanas de parálisis con motivo del Plan Nacional de Desarrollo, y con la muerte del doctor Hernán Henao Delgado; no obstante las celebraciones del 8 y el 9 de junio revistieron especial violencia”.
Las protestas del 8 y el 9 de junio, a las que se refiere el acta, corresponden al Día del Estudiante Caído, fecha que conmemora el estudiantado colombiano desde 1954 como una forma de recordar a los estudiantes asesinados por fuerzas del Estado en medio de movilizaciones estudiantiles. En 1999 la violencia que hubo en estas protestas agudizó la situación de crisis que enfrentaba la Universidad a causa de múltiples disturbios y amenazas a estudiantes, empleados, profesores y directivas por parte de grupos guerrilleros y paramilitares. Este contexto llevó a que el entonces rector, Jaime Restrepo Cuartas, les preguntara a los integrantes del Consejo Académico el 16 de junio: “¿Qué podemos hacer? Reuniones con todos los estamentos para decidir cuál es la Universidad que queremos, y defenderla”, según quedó escrito, a su vez, en el acta de esa reunión.
A raíz de los bloqueos y las distintas manifestaciones violentas que tenían lugar en la Universidad y que amenazaban con su cierre indefinido, Manuel José Morales Morales, representante de los profesores en el Consejo Académico, manifestó en la misma reunión que una de las medidas que habían discutido con la Asociación de Profesores era la creación de “una mesa de convivencia permanente para convocar a ella a los diferentes sectores de la Universidad, a estudiar, no solo situaciones coyunturales, sino la esencia, la Universidad que queremos”, según quedó consignado en la citada acta.
Además de la representación del Consejo Superior Universitario, la Mesa estuvo conformada por empleados de la administración central, de la Asociación de Profesores, de Sintraunicol, del Sindicato de Trabajadores Oficiales, delegados de los egresados y de los estudiantes. De hecho, el estamento estudiantil tenía como vocero al estudiante de filosofía Gustavo Marulanda, quien fue asesinado por paramilitares el 7 de agosto de 1999, poco después de la instalación de la mesa (ver “Asesinado Gustavo Marulanda, estudiante de Filosofía”).
Alba Helena Ulloa Correa, quien en 1999 era la representante de los profesores ante el Consejo Superior Universitario (CSU) y ahora es jubilada de la Universidad de Antioquia, fue una de las representantes del CSU ante la Mesa Permanente para la Defensa de la Universidad. Ulloa recuerda que la Mesa Permanente no tuvo mucho impacto ni repercusiones frente a las acciones violentas que continuaron durante todo 1999. “En esa mesa lo que se quería era establecer algunas cátedras, que los estudiantes entendieran que la Universidad debía estar funcionando permanentemente, que había otras formas de diálogo. Todo esto lo hicieron a partir de la Mesa, pero no porque fuera impulsada por la Rectoría, sino de lo que salía de ahí con todos los estamentos”, recuerda.
Para Ulloa, la mesa “fue tan mala que ya casi ni me acuerdo de cuánto duró ni de qué se hizo ahí. Por ahí unas dos o tres veces nos reunimos. Yo te digo que esa mesa fue para darse bomba, porque no condujo a nada. No les interesaba mucho porque tocaba muchos aspectos contra la administración. Eso no lo volvieron a citar. Ahí lo que se hacía era sacar comunicados y pura habladuría”, dice la profesora.
Sin embargo, la profesora de la Facultad de Ciencias Sociales Sara Fernández, quien para la época trabajaba en la Facultad de Salud Pública, dice que aunque no hizo parte de la mesa en ese momento, porque su actividad política estaba centrada en la defensa del derecho a la salud, sí recuerda que en el 2010, casi una década después, la Universidad revivió la discusión sobre la necesidad de crear un organismo multiestamentario. En ese ejercicio, distintos estamentos y agremiaciones miraron al pasado y vieron la Mesa Permanente para la Defensa de la Universidad como un referente.
Del estudio de ese proceso, la profesora Fernández, también expresidenta de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia (Asoprudea), concluye que fue la violencia de aquellos años la que desarticuló la experiencia multiestamentaria, porque “el pánico volvió a la Universidad. Cayó mucho el perfil de los líderes y de las vocerías estamentarias. Al que se le ocurriera organizar cualquier cosa aparecía en el siguiente panfleto”.
Por su parte, al ser consultados para esta línea de tiempo, Juan Carlos Amaya, profesor de la Facultad de Derecho y decano de la misma durante 1999; María Helena Vivas López, decana de la Facultad de Comunicaciones en 1999 y actualmente jubilada de la Universidad; Queipo Franco Timaná Velásquez, actualmente jubilado y quien fue decano de la Facultad de Educación; y Lavive Rebage de Álvarez, decana de la Facultad de Química Farmacéutica en 1999 y ahora jubilada de la Universidad, dijeron que no recordaban, o que desconocían, el origen, el objetivo y el final de la mesa.
Finalmente, en el acta del Consejo Superior Universitario del 15 de julio de 1999, casi un mes después de la instalación de la mesa, el rector Jaime Restrepo Cuartas informó a los asistentes sobre la culminación de la misma. “Se estableció la Mesa Permanente por la Defensa de la Universidad Pública Estatal, y de la Universidad de Antioquia. Ha constituido una labor ardua, difícil; los temas se están tratando sin tapujos, con absoluta claridad; se busca un consenso para expedir un comunicado de principios contra la violencia en la Universidad; después de establecer esa base ideológica, se facilitará el tratamiento de los demás asuntos”, dice el informe del rector.
En esa misma acta se deja constancia de que los médicos Martiniano Jaime Contreras y Alberto Uribe Correa (posteriormente vicerrector general y rector, respectivamente), quienes también participaban de ese organismo, decidieron dar por terminada su participación en esta porque, tal y como se lee en el acta, “se han celebrado cuatro sesiones y consideran que los demás asuntos se pueden tratar con la participación de la Administración Central, en cabeza del señor Rector y del señor Secretario General. La Corporación considera que, no obstante haber cumplido esa misión con lujo de competencia, y sin que esa comisión tenga un carácter de permanente, se debe buscar un momento oportuno que no rompa el ritmo ni la credibilidad en ese organismo, una especie de tiempo sicológico prudente para que solamente queden la Administración y los gremios debatiendo los temas pertinentes a los objetivos para los cuales se estableció esa instancia”.
50 AÑOS DE VIOLENCIA Y RESISTENCIA
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