Nació con el propósito de articular esfuerzos institucionales para solucionar problemas sociales del municipio, pero cobró especial relevancia a la hora de tomar decisiones y actuar frente a situaciones asociadas con el conflicto armado. El Comité Interinstitucional fue un espacio para la denuncia y la defensa de la población civil.
El primer desplazamiento masivo tuvo lugar en la Cuenca de Santa Ana en 1998. Los campesinos permanecieron por varios días en el coliseo municipal, donde recibieron asistencia humanitaria. En estas condiciones, conformaron un Comité Comunitario para dialogar con las autoridades locales y ponerle fin al desplazamiento.
Las Farc conminaron a los habitantes de La Cascada a ingresar a sus filas. De manera colectiva, los campesinos decidieron permanecer en sus tierras. Si su derecho a la neutralidad no era respetado, abandonarían su vereda. Los miembros de esta guerrilla, que no esperaban esta respuesta, aceptaron la decisión de la comunidad.
Los granadinos marcharon en medio de los escombros que dejó el carrobomba detonado por las Farc el 6 de diciembre de 2000. Esta movilización fue promovida por el Comité Interinstitucional en contra de la incursión paramilitar del 3 de noviembre y la toma armada de las Farc.
La Granadatón se realizó en Medellín diez días después de la toma de las Farc. Las colonias granadinas de Barranquilla, Cali y Bogotá también recolectaron fondos para la reconstrucción del municipio. En total, se recaudaron 457 millones de pesos.
Granadinos residentes en diferentes ciudades del país regresaron a su pueblo para acompañar a las personas que permanecieron en el municipio. Este retorno simbólico estuvo acompañado de jornadas culturales.
Después de la masacre paramilitar en la que murieron siete campesinos de esta vereda, el Comité Interinstitucional acompañó a los campesinos de El Vergel en una jornada de recolección de las cosechas. El padre Óscar Orlando Jiménez organizó el convite que apoyó a esta comunidad.
Los habitantes de Granada marcharon por La Variante, una de las calles principales del municipio, con un adobe en la mano. Esta movilización representó el aporte de los granadinos a la reconstrucción del pueblo, que fue destruido en la toma armada de las Farc el 6 de diciembre de 2000.
Distintas instituciones de Granada crearon las Fiestas de la Vida. El propósito de estas jornadas culturales era enaltecer el valor de la vida en un momento en el que los actores armados tenían acorralado a este municipio del Oriente antioqueño.
Abriendo Trochas por la Vida fue una iniciativa que permitió resignificar aquellos caminos que fueron escenario del horror de la confrontación armada en el municipio. Uno de esos recorridos se hizo en el Alto El Palmar, ubicado en la vía que une El Santuario con Granada. Esta jornada motivó la reapropiación de un espacio marcado por la guerra.
Estas imágenes corresponden al Abriendo Trochas que se realizó en la vereda San Matías en el 2008.
Tres años después de la toma armada de las Farc, concluyó la obra de reconstrucción del municipio. Para los granadinos, las nuevas casas ubicadas en La Variante se convirtieron en un símbolo de su capacidad de resistencia.
Los primeros viernes de cada mes, los granadinos encienden velas y recorren las calles del municipio. Las jornadas de la luz son un acto de resistencia que honra la memoria de las víctimas.
Asovida surgió con el propósito de acompañar a las víctimas en la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación. Cuando nadie le apostaba a los procesos de memoria, esta asociación demostró que es posible luchar para que el horror de la guerra no se repita. En el 2010, la Asociación de Víctimas Unidas de Granada recibió el Premio a la Comunicación Orlando López.
La Corporación Amigos por Santa Ana, liderada por granadinos que viven en diferentes ciudades del país, organizó un retorno simbólico para acompañar a los campesinos que, a pesar de los ataques y amenazas de los grupos armados, decidieron permanecer en este corregimiento.
El Parque de la Vida es un monumento a la memoria de las víctimas. En más de 135 piedras, los granadinos escribieron los nombres de algunos de los desaparecidos de este municipio.
El Salón del Nunca Más fue construido por las víctimas de Asovida, con el apoyo del Comité de Reconciliación, el Cinep y la Personería Municipal. En este espacio los granadinos dignifican la memoria de las víctimas y promueven la paz.
Un equipo de investigación de la Corporación Región, acompañó a los granadinos en la reconstrucción de la historia de guerra y resistencia de este municipio del Oriente antioqueño. Estos talleres de memoria fueron el insumo del informe que el Centro Nacional de Memoria Histórica le entregó a esta comunidad tres años después.
El informe “Granada: Memorias de guerra, resistencia y reconstrucción” es producto de una investigación que la Corporación Región, en alianza con la Alcaldía de Medellín, la Alcaldía de Granada y la Asociación de Víctimas Unidas de Granada, realizaron para el Centro Nacional de Memoria Histórica. En este texto la voz de los granadinos narra la historia de dolor y resistencia que vivió este municipio del Oriente antioqueño.