A Diego Calderón Franco, estudiante de octavo semestre de Biología de la Universidad de Antioquia, lo secuestró el Frente 41 de las FARC el 17 de abril del 2004. Había viajado a la Serranía del Perijá, en el nororiente del país, en compañía de Hermes Cuadros, botánico y profesor de la Universidad del Atlántico, y José Alberto Saurith, un guía de la zona. Los tres fueron retenidos por la guerrilla cuando se encontraban en una salida de exploración del territorio, previa a una expedición que reuniría a otras personas expertas. Las salidas tenían el fin de investigar la biodiversidad de las aves y las plantas de ese lugar poco explorado.
Los investigadores salieron desde Manaure, en el Cesar, y llegaron hasta Cerro Pintado, una montaña de la Serranía del Perijá ubicada en la frontera entre Colombia y Venezuela. Allí los abordaron dos integrantes de las FARC vestidos de civil, que los retuvieron por una noche, mientras los investigaban. Diego recuerda que para esa salida llevaban consigo binoculares, libretas y otros equipos de trabajo que pudieron generar sospechas en las FARC. Después de la primera noche en la que estuvieron retenidos, los dos hombres condujeron a los tres secuestrados hasta un campamento que esa guerrilla tenía en la zona. “Ellos creían que nuestros equipos eran de inteligencia. Ahí me di cuenta de que la cosa iba para largo”, dice Diego.
Una semana después, cuenta Diego, el comandante del grupo guerrillero que los tenía retenidos les informó que tanto él como el profesor Hermes ya habían sido investigados y que en adelante se trataría de un secuestro extorsivo. Diego les pidió entonces a los captores que se comunicaran con sus padres para que le enviaran la insulina que necesitaba diariamente para el tratamiento de su diabetes crónica.
Un mes más tarde se publicaron las primeras notas de prensa que informaban que Diego, Hermes y José estaban secuestrados. En la Universidad de Antioquia, estudiantes del Instituto de Biología emitieron un comunicado, el 21 de mayo, exigiendo la libertad de los tres secuestrados y advirtiendo sobre la delicada situación de salud de Diego. A ese comunicado se sumaron las voces de varias asociaciones de ornitólogos y herbarios de Colombia y otras regiones de Latinoamérica, de estudiantes y profesores de las universidades del Valle, Nacional y Missouri, la organización Proaves y la Red Nacional de Observadores de Aves.
En ese llamado, colegas investigadores convocaron a una jornada nacional de avistamiento de aves para exigir la libertad de los tres secuestrados, a la que llamaron “Pajareando por la Libertad”. Esta tuvo lugar el 22 de mayo del 2004 en Bogotá, Medellín y otros lugares del país. “Recorriendo los campos colombianos, estudiando y observando sus aves en cada una de nuestras regiones buscamos expresar nuestro sentimiento de indignación y rechazo a este hecho”, dice la invitación que convocó a las asociaciones ornitológicas regionales a participar en la iniciativa.
El primero de junio del 2004, en la Universidad de Antioquia, estudiantes, profesores y compañeros de Diego convocaron a otra jornada, a la que llamaron “Todos Somos el Blanco”, un evento dentro del campus que surgió el 1 de noviembre de 2002 como un acto simbólico para solidarizarse con los afectados por la Operación Orión, realizada en octubre de ese año por la fuerza pública en la comuna 13 de Medellín. En la jornada de 2004, los asistentes denunciaron el secuestro de Diego y exigieron la liberación de las personas. En ese espacio se proyectaron imágenes de Diego durante sus salidas de campo, se elaboraron pancartas y se prendieron velas y antorchas en la plazoleta central de la Universidad de Antioquia.
Mientras en varias partes de Colombia se reclamaba la libertad de Diego, Hermes y José, los tres secuestrados cruzaron la frontera colombo-venezolana y estuvieron durante un mes en Venezuela. El profesor Hermes Cuadros y el guía José Alberto Saurith fueron liberados el 29 de junio del 2004 en Manaure (Cesar). A Diego, a quien las FARC mantenían secuestrado, lo regresaron a Colombia, cerca del lugar en el que los tres habían sido secuestrados en abril. Allí se encontró con otros dos secuestrados y estuvo retenido un mes más, hasta que las FARC le comunicaron su liberación, en julio del 2004.
Después de recorrer un trayecto de dos días y escoltado por dos guerrilleros, Diego fue liberado en un lugar conocido como Casa de Vidrio, en la Serranía del Perijá, desde donde regresó a Manaure. De allí viajó a Valledupar, el 14 de julio del 2004, donde lo esperaban su papá y un tío. En la actualidad, Diego se dedica al turismo de aves y al trabajo con excombatientes de las FARC, a quienes ha asesorado en los proyectos de ecoturismo. En su proceso de reconciliación con quienes fueron sus secuestradores, ha compartido la experiencia de su secuestro por medio de “Pajareando con las FARC”, una charla que ha presentado en diferentes partes del país y del mundo.
50 AÑOS DE VIOLENCIA Y RESISTENCIA
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