En este largometraje, el realizador colombiano Óscar Molina se aproxima al significado económico, político, existencial y espiritual que adquieren las casas construidas por los migrantes en sus países de origen, a donde les es difícil regresar.
Las sociedades de hoy padecen de un momento punitivo en el que el castigo, que se ofrece como solución a la delincuencia, es un grave problema. Una multitud que se lanza enfurecida a amputar la mano de un joven acusado de hurto es una triste muestra.
Para la antropóloga, que lleva tres décadas estudiando la violencia contra el cuerpo en Colombia, las recientes masacres ocurridas en el país no representan un retroceso hacia el pasado, más bien confirman que la violencia nunca se fue.
Conflicto armado, posconflicto o guerras focalizadas son algunas de las formas como diferentes expertos y líderes sociales, consultados por Hacemos Memoria, tratan de nombrar y caracterizar el actual periodo de recrudecimiento de la violencia en Colombia.