“La universidad no debe ni puede callar cuando un líder o una líder social son asediados o asesinados. Aunque guarde luto, ella no se calla, porque entiende el valor de cada hombre o mujer que promueve o protege los derechos civiles y políticos”.
Los testimonios de las víctimas son fundamentales para esclarecer la verdad de los conflictos, pero ¿tiene consecuencias en la salud mental de quien recuerda? Hablamos con la psicoanalista Fabiana Rousseaux, quien ha trabajado con víctimas de violaciones a los derechos humanos en Argentina, Uruguay y Brasil.
En Colombia el aviturismo ha servido de excusa para historias de reconciliación como la de Diego Calderón Franco, un ornitólogo que hoy les enseña sobre pájaros a excombatientes de las Farc que hace 15 años lo secuestraron.
En la Comisión de la Verdad, Carlos Guillermo Ospina está al frente de dos grandes retos: buscar las razones de la guerra en los bastiones históricos de las Farc y recoger las versiones de los militares, en medio del recelo que produce en algunos este proceso.
Ha pasado un mes desde que el periodista y presidente de la Federación Colombiana de Víctimas de las Farc (Fevcol) tuvo la aprobación por parte de la Registraduría para recolectar firmas del referendo con el que propone reformar la JEP, el Congreso y las altas cortes. En entrevista con Hacemos Memoria habla de sus intereses, métodos y progresos.
El papel de la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad es fundamental para la protección de los líderes sociales en Colombia, pero su trabajo ha sido prácticamente nulo durante el último año. Según Franklin Castañeda, uno de sus integrantes, las cosas están frenadas por falta de voluntad política del actual gobierno.
Mientras asesinan a los líderes sociales, las encuestas luchan por recuperar la languidecida imagen del actual mandatario que, a poco de que se cumpla el primer año de su posesión, ni siquiera logra gobernar el país en donde al parecer se han instalado los bárbaros.
Lucía González, coordinadora del equipo para la regional Magdalena Medio, destaca la importancia de las organizaciones de la sociedad civil en el trabajo que adelanta la Comisión de la Verdad en esa zona del país.
La superación de la impunidad, en todos sus niveles, debería ser el centro de las demandas sociales a la JEP y a la Comisión de la Verdad. Tal vez así se podrían romper los ciclos de violencia.
Aunque Antioquia es uno de los departamentos más preparados institucionalmente para implementar el Acuerdo de Paz, persisten problemas como la violencia en las zonas de reincorporación, así como la falta de proyectos productivos y de tierras para los excombatientes.