Las críticas de grupos de investigación de distintas universidades por una convocatoria que consideran sesgada, el retiro de archivos de derechos humanos y la separación del Centro de dos redes de memoria reflejan desconfianzas entre esa institución y sus aliados naturales.
Hace 10 años, como cristalización del proceso afectivo, solidario y reivindicativo de las víctimas de Granada, nació el Salón del Nunca Más, un espacio representativo de todo el proceso vivido con los ejercicios de memoria.
Cuatro universidades de Italia, Holanda, Argentina y Colombia, junto a tres espacios de memoria de esos países, se unieron en el proyecto Speme para intercambiar conocimientos y pensar en estrategias que permitan transmitir las memorias de los conflictos.
El edificio de la Escuela de Mecánica de la Armada, en Buenos Aires, Argentina, en el que cientos de personas fueron detenidas, torturadas y desaparecidas, es hoy un referente de lugares de memoria en América Latina. A partir de esa experiencia, Alejandra Naftal, directora del Museo Sitio de Memoria ESMA, habla sobre qué hacer con los lugares asociados a los victimarios.
Las víctimas del municipio de Granada emprendieron una campaña de recolección de fondos para recuperar el Salón del Nunca Más y mitigar los problemas de infraestructura que tienen en peligro su lugar de memoria.
El 8 y el 9 de agosto se celebró el tercer Coloquio de investigación: «Narrativas, Representaciones y Lugares de la Memoria», convocado por la Escuela Interamericana de Bibliotecología, el Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia, la Escuela Superior de Archivística y Gestión de Documentos de la Universidad Autónoma de Barcelona y el Museo Casa de la Memoria.
Roberto Fernández Droguett, profesor e investigador de la Universidad de Chile, señala que en los procesos de construcción de memorias se deben abordar los hechos violentos, pero también aquellos asociados a la resistencia y a la transformación de la sociedad.
El 8 y 9 de agosto se realizará la tercera versión de este Coloquio de Investigación, un espacio académico de diálogo abierto y plural para intercambiar conocimientos y experiencias sobre “las formas narrativas, los objetos, las imágenes, los lugares en los cuales las memorias encuentran la forma de hacerse comunicables, visibles”.
El Salón de la Memoria de Sonsón sobrevive gracias a la persistencia de las víctimas. De no ser por el trabajo voluntario de las mujeres del Costurero de Tejedoras por la Memoria y de algunos ciudadanos comprometidos, este espacio desaparecería por falta de apoyo institucional.