A lo largo de su carrera como defensora, Luz Estella Romero ha evidenciado una macabra constante: a medida que su organización obtiene victorias y logra visibilidad, incrementan las agresiones de actores armados en su contra. Ella y sus compañeras han sabido resistir a las persecuciones y amenazas, pero el último golpe que le propiciaron le cambió la vida por completo.
Como una manera de recuperar la historia de vida de líderes, activistas y defensores de derechos humanos, el Museo Casa de la Memoria de Medellín instaló “Yo defiendo derechos”, una exposición dedicada a los relatos de resistencia de estas personas.
El investigador de Amnistía Internacional afirmó que medidas como la entrega de un chaleco antibalas son insuficientes para preservar la vida de los defensores de derechos humanos, y agregó que para protegerlos es necesario atender las causas estructurales de la violencia.