En el Norte, Nordeste y Bajo Cauca antioqueños, persisten las violencias a los derechos humanos, como consecuencia de las disputas por el control territorial entre actores armados como las AGC, el ELN y disidencias de las FARC.
Organizaciones como Indepaz y Human Rights Watch coinciden en sus informes anuales en que durante 2023 hubo menos casos de desplazamiento forzado y homicidios de firmantes de paz. Persisten, sin embargo, los asesinatos de líderes sociales, las masacres y la presión de los grupos ilegales en varias regiones de Colombia.