El caso del embalse de Hidroituango, donde según denuncias habría desaparecidos, la intensificación del conflicto en algunos territorios y los cuerpos sin identificar en cementerios urbanos y rurales, son algunos de los desafíos que afrontará la Unidad de Búsqueda en este departamento.
El salón Esmeralda del Hotel Tequendama fue el lugar en el que la voz de las víctimas del conflicto armado en Colombia fue la protagonista. Ríos de vida y muerte lanzó la segunda parte de su megaproyecto que busca reconstruir la memoria de las víctimas de desaparición forzada por las riberas del Río Cauca.
La entidad exigió la entrega de más información sobre lo realizado para proteger los lugares donde se presuma la existencia de fosas con víctimas. Zona de influencia de Hidroituango y la comuna 13 son áreas de interés especial.
Proteger los cementerios en donde reposan cuerpos sin identificar, agilizar la búsqueda de personas desaparecidas y vincular a las víctimas en los procesos de entrega de cuerpos, son los tres puntos que un grupo de organizaciones sociales presentaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La carencia de registros de Personas No Identificadas, fosas comunes y la agudización de la violencia en esta subregión, son algunos de los desafíos que tendrá la Unidad para la Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas.
Oscar David Gómez desapareció a los 13 años, cuando guerrilleros del ELN se lo llevaron de su casa. Edwin, su hermano, conserva la esperanza de que algún día regrese con vida.
De las 271 víctimas de desaparición forzada durante el conflicto armado en el municipio de Granada 38 han sido encontradas. Esta es la historia de dos familias que hallaron los cuerpos de sus seres queridos.
Ayer se cumplió un año del acto público en el que la Farc pidió perdón a los habitantes de Granada y se comprometió a ayudarlos en la búsqueda de sus desaparecidos. Ni la Farc ni el Estado han avanzado en la tarea. Las familias de 233 víctimas siguen esperando.
Luego de dos años y nueve meses de haber concluido la etapa inicial de remoción de tierra sin ningún hallazgo, los restos de decenas de personas desaparecidas que se presume están en La Escombrera, occidente de Medellín, se enredan más en la maraña burocrática.
“Hay que derribar el mito de que ‘si lo tiraron al río, no hay nada qué hacer’”, concluyen investigadores y expertos ante la realidad de que muchos cuerpos reposan en los lechos de los ríos colombianos, como consecuencia del conflicto. El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) reporta más de 1.080 cuerpos recuperados en al menos 190 ríos colombianos.