En 1982, el F2 de la Policía Nacional detuvo y desapareció forzadamente a 13 jóvenes, en su mayoría universitarios y trabajadores, en Bogotá y Cundinamarca. Desde hace 40 años las familias de 11 de ellos los buscan sin encontrar respuestas. Hoy, son las segundas generaciones las que continúan una lucha en la que han tenido que enfrentar problemas de salud física y mental derivados de la ausencia, las estigmatizaciones y los seguimientos por preguntar: ¿Dónde están?
La Unidad de Búsqueda abordó cinco puntos de interés forense en un resguardo indígena de Caldas, en una zona que fue protegida con medidas cautelares por petición del Movice, junto con otras organizaciones como el Cridec, la Universidad de Caldas y Equitas.
Este es el relato de Fabiola Lalinde en el que narra la búsqueda de su hijo, Luis Fernando, desaparecido por el Ejército Nacional el 3 de octubre de 1984. Su testimonio fue publicado en 2007, en el libro El cielo no me abandona.
Los escogidos es un trabajo periodístico que puede leerse como una novela. Allí, la autora recorre el legado de trauma y desazón de víctimas del conflicto colombiano, que asciende infinito en una espiral de violencia como a la que hoy asistimos.
Facilitar la participación de los familiares de personas dadas por desaparecidas en los planes estratégicos de búsqueda en los territorios, consolidar el universo de desaparecidos en el departamento y articular el trabajo institucional son algunos desafíos que enfrentará este pacto.
Un diagnóstico elaborado por el IPC, la OIA y la Unidad de Búsqueda de Desaparecidos da cuenta de que en esta región de Antioquia fueron desaparecidos, por lo menos, 42 indígenas. La falta de información es un impedimento para responderles a sus familias y comunidades.
¿Cómo narrar literariamente la compleja violencia que hace parte de la historia de Medellín? Esta pregunta llevó al escritor colombiano Pablo Montoya a escribir su última obra literaria: La sombra de Orión.
Para conmemorar dos décadas de búsqueda de personas desaparecidas, la Asociación Caminos de Esperanza – Madres de La Candelaria y el Centro Nacional de Memoria Histórica produjeron el documental “Alargando el tiempo”.
Pensar al otro como una extensión de sí mismo es la principal consigan de la fotógrafa mexicana Mayra Martell, reconocida por su amplia trayectoria documentando las violencias en distintos rincones del continente.
En el marco de la conmemoración del “Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas” escuchamos los puntos de vista de cuatro personas que han estudiado este fenómeno en México, Guatemala, Argentina y Colombia.