La trabajadora social dijo que Colombia necesita una verdad transformadora, que no solo diga lo que pasó y quiénes fueron los responsables, sino que trace un camino de reformas y de transformaciones necesarias para la superación de la guerra.
«… No es fácil sentir que la época oscura de años pasados, cuando a todos nos estremecían las noticias de masacres, de nuevo hace presencia en este 2020 de alargada cuarentena, favorable para quienes imponen la ley de la fuerza y ante un Estado inepto para hacer aquello que le corresponde…»
Este podcast narra la historia de Gerardo de Jesús Castro, asesinado por los paramilitares el 28 de septiembre de 1996 en el municipio de La Ceja, oriente de Antioquia, por ser un consumidor de drogas.
Para la antropóloga, que lleva tres décadas estudiando la violencia contra el cuerpo en Colombia, las recientes masacres ocurridas en el país no representan un retroceso hacia el pasado, más bien confirman que la violencia nunca se fue.
Conflicto armado, posconflicto o guerras focalizadas son algunas de las formas como diferentes expertos y líderes sociales, consultados por Hacemos Memoria, tratan de nombrar y caracterizar el actual periodo de recrudecimiento de la violencia en Colombia.
Aunque se escriben y suenan diferente, “La Violencia” y “el conflicto” se han convertido en dos formas de nombrar el pasado de violencia política que carga Colombia. Ambas ocultan desde el lenguaje la responsabilidad social, política y moral de quienes impulsaron e infligieron el daño.
La violencia contra defensores y defensoras de derechos humanos, y el reclutamiento infantil, no han dado tregua pese a la cuarentena. Investigadores de la Universidad de Antioquia alertan sobre lo que viene pasando con los líderes y con los niños, niñas y adolescentes.