Trepadas en las montañas y acobijadas entre valles, las comunidades chontales de Oaxaca escucharon en 2014 el llamado a una asamblea. Ese día se enteraron que la Secretaría de Economía había concesionado su territorio a una empresa minera.
Trepadas en las montañas y acobijadas entre valles, las comunidades chontales de Oaxaca escucharon en 2014 el llamado a una asamblea. Ese día se enteraron que la Secretaría de Economía había concesionado su territorio a una empresa minera.