El traslado de 73 excombatientes de las Farc, desde Ituango a Mutatá, no solo refleja los temores de los firmantes de paz, sino también la incertidumbre por las garantías para su reincorporación. Las reflexiones académicas sobre este desplazamiento recalcan vacíos en la implementación del acuerdo y la urgencia de vincular a las comunidades vecinas.
La oleada de ataques que sufrió en julio la Comisión de la Verdad en Colombia no fue espontánea. Hace parte de una estrategia de propaganda que empezó desde el inicio del proceso de paz y que se extiende a los mecanismos de justicia transicional del Acuerdo.
En los primeros tres años de implementación del Acuerdo de Paz en Colombia, según el Instituto Kroc, el país avanzó en el 25 por ciento de lo acordado, pero tiene retrasos en los puntos que buscan transformar las realidades sociales y económicas del campo.