A pesar de que Amalfi es uno de los 322 municipios priorizados para la implementación de los acuerdos de paz, algunos líderes sociales están preocupados por los tropiezos que pueda tener este proceso en su municipio. Por ahora, esperan que lo pactado en La Habana en materia de tierras se cumpla, que el proceso con el Eln sea exitoso y que el Estado le ponga freno a la aparición de nuevos grupos paramilitares en el Nordeste antioqueño.

Por Esteban Tavera

La noticia del cese al fuego bilateral entre el Gobierno y el Eln le trajo un poco de tranquilidad a los habitantes de Amalfi; sin embargo, esa calma se ve amenazada por la llegada de nuevos grupos paramilitares, un tema que preocupa a las autoridades y a los habitantes de este municipio del Nordeste antioqueño. Son pocos los que se atreven a hablar sobre la expansión de los cultivos ilícitos, las rentas ilegales que deja la minería y el desplazamiento forzado, cuyas cifras van en aumento.

Según Sergio Márquez, director de la sede de la Universidad de Antioquia en este municipio, ese silencio se debe al temor que sienten los amalfitanos: “Aquí todavía hay mucho miedo de hablar de temas relacionados con el conflicto armado. Por una parte, porque esta es la cuna de varios jefes paramilitares como los hermanos Castaño; por otra, porque todavía hay grupos armados presentes en el municipio”.

El concejal Esaud Rengifo es uno de los pocos que hablan de estos temas en Amalfi. Desde hace más de 10 años es líder campesino en el cañón El Jardín, una zona olvidada por el Estado y con una fuerte presencia del Eln. Según Esaud, no hay una voluntad real por pare de la administración municipal para implementar cambios que beneficien al campo, lo que facilita la presencia de organizaciones delincuenciales en las zonas rurales.

Isabel Cristina Rico, personera municipal, siente la misma preocupación: “El proceso de paz con el Eln ha traído calma al municipio. Si ese proceso tiene éxito, nos preocupa que los espacios controlados por esa guerrilla sean ocupados por otros actores armados. Yo no veo una intención firme del Estado de llegar a estos territorios con políticas de recuperación y de atención a las comunidades”.

Según el informe sobre presencia de grupos narcoparamilitares, presentado por Indepaz en el primer semestre de este año, Amalfi es uno de los municipios con “alta intensidad” en la presencia de grupos paramilitares dedicados al narcotráfico. De acuerdo con este informe, el Clan del Golfo es el grupo que controla la mayoría de cultivos de coca que hay en la zona rural de ese municipio.

Ese temor que sienten los amalfitanos por la llegada de nuevos actores armados se incrementó el pasado cinco de octubre. Después del inicio del cese al fuego bilateral entre el Gobierno y el Eln, en el municipio circuló un panfleto firmado por el comandante ‘Pablo’ de las Auc, en el que amenazan con asesinar a “todos los marihuaneros, borrachos y gamines”.

Para algunos líderes sociales estas amenazas de limpieza social solo buscan amedrentar a la comunidad. Lucía Velásquez, integrante del colectivo de Mujeres del Nordeste Antioqueño, dice que no hay razón para la desesperanza. Desde hace 40 años, se dedica a la minería artesanal. Su trabajo la ha llevado a luchar por los derechos de las mujeres y de la comunidad campesina. En su organización, por ejemplo, están estudiando los Acuerdos de Paz de La Habana para exigir que se cumpla lo pactado entre el Gobierno y las Farc:
“Yo creo que la paz se logra si se cumple el primer acuerdo de La Habana, que es el de tierras. Lo que más nos interesa es que se garantice la seguridad alimentaria de las campesinas, porque a las mujeres les matan el esposo o les desaparecen a los hijos, y les toca irse para el pueblo a aguantar hambre y dejan las tierras solas. Queremos que las mujeres tengamos derecho a la tierra, así sea a media cuadra, pero que tengamos donde sembrar comida”, dice.

Por ahora, las expectativas de Lucía se ven frustradas, pues en Amalfi hay una gran cantidad de tierras dedicadas al cultivo de Coca y estas zonas están controladas por el Eln. Por esa razón, de acuerdo con Esaud Rengifo, muchos líderes campesinos tienen sus expectativas puestas en el proceso de paz con esta guerrilla que históricamente ha ocupado este municipio: “Después de los acuerdos de paz con las Farc, en cuanto a minería y cultivos ilícitos, la cosa ha seguido igual en Amalfí. A nosotros, los mineros, el Eln nos sigue cobrando una vacuna del 6% de la producción. Por esa razón, estamos fortaleciendo nuestra organización comunitaria, pues queremos aportar al punto uno de las conversaciones que adelanta el Gobierno con el Eln, el de participación ciudadana”, afirma.

Justamente, la organización comunitaria de la que habla Esaud es una de las apuestas de la implementación de los Acuerdos de Paz; por esta razón, los líderes sociales de Amalfí esperan que sus propuestas sean tenidas en cuenta. Actualmente, las 65 Juntas de Acción Comunal de este municipio se están preparando para la construcción de los Planes de Desarrollo Territorial, pues saben que de ellos depende el bienestar de la población. Además, le exigen al Estado que tenga en cuenta la voz de la comunidad y que garantice que el posconflicto sea posible en municipios como Amalfi.